Hace 3 casi 3 semanas que comencé mi segundo ciclo de universidad en la Cato, pero hace casi 6 meces que vengo dedicándole mis domingos de 9 a 1:30 a bailar danzas Peruanas. Si vengo dándole todo mi “amor al arte” a través del centro de danzas Folklóricas de mi universidad ( el CEMDUC).
Recuerdo que ingrese a esto de la forma mas rara e inadvertida que hubiera imaginado. Durante mis primeros días como cachimba me habían repartido varias veces unos volantes del “CEMDUC” ya había escuchado hablar de el antes pero simplemente no le tome mucha importancia pues en mi primer ciclo no quería meterme a nada extracurricular que pudiera distraerme o hacerme jalar un curso. Sin embargo los volantes del CEMDUC me persiguieron primero me lo volvieron a dar en una jueves cultural, depués mi mejor amiga me dijo que se metería y finalmente una amiga de la universidad me dijo que la acompañara a inscribirse a la prueba. La verdad es a mi me daba demasiada flojera dar una prueba y llenar un solicitud, además de que me recordaba malas experiencias en el cole, pero bueno por alguna extraña razón decidí inscribirme para la prueba.
Así fue que llego el sábado en que daría la prueba recuerdo que Lola me llamó preocupada por que sele había hecho tarde para la prueba y la encontré en la puerta esperado para entrar (eran por turnos de media hora) di la prueba y tratando de responder lo más sinceramente en la entrevista y divirtiendome en la parte práctica. Luego de eso espere durante dos semanas a que los resultados llegaran, en verdad y me había olvidado de eso cuando un domingo Lola me llamo y me dijo que ya habían publicado los resultados y para suerte nuestra ambas habíamos entrado.
Así comenzamos nuestro periodo de prueba domingo a domingo fuimos aprendiendo técnicas de Afro, andinas y teatralidad. Nos dijeron que tendríamos una presentación el 28 de agosto en un museo en el cual se suponía nos presentaríamos como “nuevos” con 3 bailes: Sacuaya (que la cancelaron una sema antes), marinera ayacuchana y la fonda. Con el paso del tiempo los 40 o 50 que comenzamos nos reducimos a 25 o 27.
Una de las cosas que mas se sorprendieron del periodo de prueba fue que Ricardo, el profesor de teatralidad, me escogiera para hacer un personaje protagónico en “La fonda” primero por que habían otras chicas que bailaban mejor que yo que podrían haberlo hecho y por que hacia mucho que no construía un personaje y algo medio protagónico no lo hacia desde 4 de secundaria, me sentía “oxidada” y por esto no le dije a nadie (ni a mi mamá) que haría una cosa medio protagónica.
Pero llego el 28 de agosto, hice mi presentación, nunca olvidare la cara y palabras de sorpresa de aliento de mi mamá cuando me vio haciendo de “negra tomaza” o la descripción de qué le pareció el número de la fonda a Luis Eduardo. La verdad es que segundos antes me moría de miedo, no era algo nuevo para mi, pero Si una nueva etapa de mi vida, sin embargo dije que el personaje y el baile fluyeran solos y termino saliéndome mejor de lo que esperaba, como me dijo mi futuro padrino CEMDUC (Sergio Canchaya… el aun no lo sabe) lo mejor que pude haber hecho fue haberlo dejado fluir.
Ahora tengo 3 cosas que hacer: la primera trasladar mi amor al arte de los domingos a los sábado de 3 a 8:30 pm, segundo escoger a mi otro padrino o madrina de CEMDUC y tercero prepararme psicológicamente par alo que viene pues estoy segura que tendré a dejar de lado varias cosas para seguir en esto.
Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el proceso científico y en los beneficios que de él resulten (Declaración universal de los derechos humanos articulo 27)
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